La historia ubica la creación del croissant en el siglo XVII, en Viena (Austria) durante el asedio del Imperio Otomano a dicha ciudad. Pero a pesar de su lugar de origen, su nombre se debe a un vocablo francés que significa creciente, por su forma de cuarto creciente lunar. A continuación compartimos una receta de croissant de jamón y queso, con la que podrás preparar para así ofrecerlos en deliciosos desayunos y meriendas.
Ingredientes de croissant de jamón y queso
Para preparar 12 unidades de croissant, suficientes para entre 4 y 6 personas, requieres estos ingredientes en las cantidades señaladas.
- 1 lámina de hojaldre con mantequilla, de aproximadamente 250 g.
- 100 g de queso Havarti, Monterey Jack o Gouda, cortado en 6 lonjas.
- 100 g de jamón York (cocido), cortado en 6
- 1 huevo.
El sabor y la textura del croissant dependen mucho de los ingredientes usado en su elaboración, por lo que debes procurar adquirir los de mayor calidad.
Cómo hacer croissant de queso y jamón
Los pasos que debes seguir para elaborar estos deliciosos croissants son los siguientes:
- En una bandeja o una superficie plana adecuada, extiende el hojaldre. Corta la masa en la mitad, en la dirección más larga. Luego haz tres cortes a la misma distancia, en la dirección más corta. De esta forma obtienes 6 rectángulos de masa.
- Corta cada rectángulo por una de sus diagonales, para dividirlo en dos triángulos, y obtener en total 12 de ellos. Si tienes alguna duda de cómo dividir la masa, revisa el vídeo anexo para despejarla.
- Quita los trozos sobrantes del exterior y haz un corte en la base de cada triángulo.
- Coloca 1/4 de lonja de jamón York y 1/4 de lonja de queso sobre cada triángulo. Enrolla cada uno de ellos en una espiral, dándole la forma de cuarto creciente lunar típica del
- Precalienta el horno a 180 °C.
- Coloca un papel para hornear sobre una bandeja de horno, y sobre ella los croissants, y procede a pintarlos con un huevo batido.
- Lleva la bandeja al horno por entre 15 a 20 minutos, a 180 °C. Ubica la bandeja en la parte media, para que reciba calor tanto arriba como abajo.
- Saca los croissants del horno y sírvelos.
Una forma de iniciar el día con energía, en una fría mañana de invierno, es con un desayuno de croissant acompañado con huevos revueltos y bacon, junto una generosa taza de chocolate o de café con leche. Y si quieres disfrutar de un desayuno con menos calorías, puedes combinarlos con una ensalada de tomate, aguacate y queso de cabra.
También puedes servirlos a manera de merienda, acompañados de alguna mermelada de fruta, o cualquier dulce de tu preferencia. En este caso, la mejor compañía resulta un buen vaso de leche.
Vídeo de cómo hacer croissant de jamón con queso
Si tienes alguna duda de cómo preparar esta receta, observando el siguiente vídeo con seguridad la puedes aclarar.
